jueves, 8 de febrero de 2018

Así barría, así, así...


Hacer tareas domésticas con un niño de dos años (y casi medio) es a la vez frustrante y fascinante.

En el cesto de la colada, con el delantal puesto


Frustrante, porque tardas más del triple del tiempo necesario. Porque ensucian y desordenan más rápido de lo que tú puedes limpiar y ordenar. Porque quieren hacer las cosas solos y a su manera. Porque sus manitas y sus piernecitas son pequeñitas y aún torpes. Porque, de pronto, se ponen a jugar (porque para ellos no hay diferencia entre el trabajo y el juego, como debe ser).





Fascinante porque ellos quieren ser como tú, hacer lo que tú haces, y compartir contigo hasta las más ingratas tareas. Y lo hacen con alegría, con ganas y se maravillan con cada pequeño logro. Ya lo decía Mary Poppins, que todo trabajo puede convertirse en un juego.

Es un aprendizaje para ambos.

¿Quién dijo que limpiar los cristales no mola?





viernes, 26 de enero de 2018

Aproximación a la física


Nosotros no seguimos ningún curriculum.
El único aprendizaje innegociable era la lectura porque si aprendes a leer bien, puedes acceder a todo tipo de conocimiento. Ése es el requisito indispensable, es la base, es el primer paso. Para todo lo demás, no teníamos ninguna prisa porque sabemos que las cosas se aprenden mejor y más rápido cuando uno tiene genuino interés y está preparado.

Así pasó, por ejemplo, con el inglés. (Aquí hablé sobre el tema, pero debo actualizar ese artículo porque ya han pasado tres años).

Sucedió lo mismo con la escritura. Cuando Damián tenía 7 años quiso abrir su propio blog. Se dio cuenta de que lo que publicaba allí lo leía gente real, como decía él, y que, por lo tanto, debía escribir correctamente. Entonces tuvo una época en la que preguntaba, casi obsesivamente, si cierta palabra llevaba hache.

Ahora, con 12 años, está estudiando historia de la filosofía y Demócrito nos ha llevado a la física y a una intensa curiosidad por la historia de la división del átomo. Así que pedí en Facebook recomendaciones de libros de historia de la física. "Divugativo", escribí. "Facilito de leer para los que no sabemos nada de física". Salió una lista tan grande, tan interesante y tan variada que no puedo dejar que se pierda en el muro de facebook, así que la traigo aquí para que quede recopilado y os dejo los enlaces directos a Amazon por si queréis leer alguno.

De toda esta lista, teníamos ya dos en casa, pendientes de leer. Así que probablemente empezaremos por esos. Si queréis leer, además, los comentarios que me dejaron junto con las recomendaciones, podéis hacerlo en Facebook.



LOS LIBROS RECOMENDADOS

Historia de la ciencia (John Gribbin). Como al parecer está descatalogado, dejo el enlace a otro libro del mismo autor: El pequeño libro de la ciencia

El zoo cuántico (Marcus Chown)

Antimateria, magia y poesía (Edelstein y Gomberoff)


Historia de las ciencias (Stephen F. Mason)



El bosón de Higgs (Javier Santaolalla)

Desayuno con partículas (Sonia Fernández Vidal)

Física para dummies (Steven Holzner)


La partícula divina (Leon Lederman)

La evolución de la física (Albert Einstein) [Enlace con descarga directa al pdf]

Biografía de la física (George Gamow) [Enlace con descarga directa al pdf]





miércoles, 24 de enero de 2018

Cuentos para aprender cada mes


Conocí a Sylvia hace mil años, virtualmente, cuando los blogs vivían su momento de gloria. Ella también tenía un hijo llamado Damián que no iba al colegio. Fíjate, con lo poco común que es ese nombre y resulta que hay dos, de la misma edad, y los dos educados en casa. ¡Qué cosas!

En ese momento, ella tenía a Damián y a Nora. Ahora, también tiene a Emma, a quien conocéis de nuestro canal de vlogs:





Ahora, Sylvia y Nora, de 12 años. nos invitan a conocer su nuevo proyecto: una serie de cuentos para aprender cada mes. Cada cuento incluye una actividad para hacer con los niños más pequeños y una ilustración realizada por Nora.

En su blog podéis leer el cuento correspondiente a Enero: Emma y la ronda del año.

Podéis conocerlos también en su canal de Youtube:

 




lunes, 8 de enero de 2018

¡Socorro, mi hijo quiere ser gamer!



Se habla mucho de seguir los intereses de los niños, de acompañarles y de ayudarles a descubrir sus talentos y sus pasiones. Pero, a la hora de la verdad, los adultos solemos juzgar e incluso manipular para intentar llevarnos a los niños a nuestro terreno.

Si al niño le gusta la programación, ¡excelente! le buscamos un curso donde pueda aprender.

Si a la niña le gusta leer, ¡excelente! carnet de biblioteca y qué lista es mi niña.

Pero si a la niña le gusta jugar con las Barbies (quizás porque le interesa la moda y no encuentra otra forma de expresarlo), entonces mal, porque cosifica a la mujer y reproduce patrones heteropatriarcales. ¡Qué superficial!

Y si al niño le gustan los videojuegos, también mal, porque es una actividad pasiva, antisocial y violenta que te derrite las neuronas.


Nosotros hemos decidido apoyar los intereses y las pasiones de nuestros hijos sean éstos cuáles sean. En el caso de Damián, que ahora tiene casi 13 años, se vio muy pronto que su interés por los videojuegos no era sólo una afición. Hemos buscado información, hemos descubierto el fascinante mundo de los esports (videojuegos profesionales) y hemos tenido la inmensa ¿suerte? de conocer a Alesander Robleño, ex jugador y fundador de Omnis Club, empresa dedicada a los esports.

En nuestro último viaje al País Vasco visitamos las instalaciones de Omnis y Alesander nos dio toda una masterclass sobre los esports.

Además, nos quedamos encerrados y nos echamos unas buenas risas. ¡No te pierdas el vlog!





jueves, 28 de diciembre de 2017

Grupo de proyectos en la ecoaldea



Todos los meses nos reunimos con otras familias homeschoolers en el Grupo de Proyectos. Consiste en un encuentro en el que cada niño nos habla de algo que está haciendo, o que ha aprendido, o que quiere hacer o, simplemente, le gusta.





En la convocatoria de diciembre, sólo hubo tres exposiciones pero fueron muy interesantes. Además, la reunión fue en una ecoaldea y aprovechamos para hacer un montón de preguntas sobre ese lugar, las construcciones, la organización y el estilo de vida.







Aquí el vlog, donde podéis ver un resumen de las presentaciones
y una pequeña explicación sobre la vida en la ecoaldea.






lunes, 4 de diciembre de 2017

Homeschooling. Un día en nuestra vida



Por más que cuente cosas sobre el homeschooling, al final lo que la gente quiere saber siempre es cómo es un día cualquiera en nuestra vida. Siempre digo que no tenemos dos días iguales. Y muchos de nuestros días no tienen ningún interés especial. Son días normales como pueden ser los de cualquier otra familia.

Yo sé que, cuando la gente pregunta, normalmente quiere saber cómo aprenden determinadas cosas los niños. Esas "cosas" son las que están en los curriculums educativos oficiales. Las que se enseñan en las escuelas. Las que, por esos motivos, se suelen considerar importantes e, incluso, imprescindibles.

Ahora que Damián tiene 12 años ha querido estudiar algunas cosas de una manera algo más formal y estructurada, a diferencia de lo que hemos hecho en los años anteriores. Podéis verlo en el vlog de hoy. Además, la miniatura la ha hecho él, que está haciendo sus pinitos con el Photoshop, como éste poster que hizo sobre Tales de Mileto:



 (La miniatura es la imagen de "portada" del vídeo que sale en Youtube).

Se alegrará mucho si le dejáis un comentario ;-)






lunes, 20 de noviembre de 2017

Grupo de proyectos



Este año hemos puesto en marcha un grupo de proyectos. Se trata de una reunión mensual en la que cada niño nos habla de algún tema que le interesa, algo que ha aprendido, o que quiere aprender, o algo que ha hecho, un libro que ha leído, un viaje que ha hecho, una afición que tiene... No hay límite de temas ni de formato. Suelen participar niños de entre 6 y 14 años. En la reunión de noviembre, el mayor fue Damián (con 12 años) y habló sobre un idioma que quiere aprender. Si tienes curiosidad por saber qué y cómo aprenden los niños que no van a la escuela, no te pierdas este vlog.



lunes, 13 de noviembre de 2017

Finanzas en la escuela



El taller de educación financiera que hemos hecho en varias ocasiones con niños homeschoolers tuvo tan buena acogida que decidimos ofrecerlo también para escuelas.

Cuando desde el colegio El Dragón me comentaron que estaban intentando desarrollar un proyecto transversal de educación financiera pero que estaban un poco estancados, me ofrecí para ayudarles a terminar de diseñarlo y para hacer el taller con los niños. Pedí que hubiera, como mínimo, diez participantes. Me dijeron que había 8 interesados y que probablemente podrían llegar a los diez... Y cuando pedí confirmación de las inscripciones ¡¡había 35!!

Uno de los requisitos para nuestros talleres para niños es que sólo estén quienes se han apuntado voluntariamente. No trabajamos con clases completas ni con niños cuyos padres han decidido por ellos. Así que nos pusimos manos a la obra para rediseñar las actividades y hacerlas viables para un grupo tan grande.

La semana pasada tuvimos la última sesión del taller y les pasamos un cuestionario de satisfacción. Aprobamos con nota ;-)





viernes, 10 de noviembre de 2017

¿Rutina? ¿Eso qué es?


"Rutina" no es una palabra que encaje conmigo.
Encontrar el justo equilibro entre la adecuada organización y la imprescindible flexibilidad es un arte que vamos puliendo con los años, sobre todo las que somos madres, trabajadores y homeschoolers.

El otro día yo había hecho una previsión y encendí la cámara para mostrarlo en un vídeo. Y, al final, lo que mostré fue qué hacemos ante los imprevistos.





viernes, 27 de octubre de 2017

Una confesión y un poco de luz



Hace unos días, una madre comentaba en un grupo de whatsapp (sí, las madres homeschoolers también tenemos grupos de whatsapp. Y no, no son tan infernales como los grupos de las escuelas) que se sentía frustrada, fracasada, que sentía que estaba haciendo algo mal, que todo lo que proponía a sus hijos era rechazado, que "sólo" querían jugar.

Las más veteranas coincidimos en decirle que se relajara, que hay días mejores y días peores pero, sobre todo, que a los seis años lo que uno tiene que hacer es jugar. Y, si surge algún interés por algún tema o actividad concretos, ahí deben estar los padres para ayudar a desarrollarlos. Pero poco más.

Mi hijo mayor aún es pequeño pero, si fuera a la escuela, ya habría terminado la Primaria, así que considero que empiezo a tener algo de perspectiva sobre la cuestión. 

Le conté que, cuando mi hijo era más pequeño, me frustraba mucho leer los blogs de otras familias. Los mismos blogs que al principio me habían animado, inspirado y motivado, empezaron a producir en mi el efecto contrario. Todas las familias parecían mejores que la mía. Todas las madres parecían más organizadas, más centradas, más eficientes. Y todos los niños parecían más inteligentes, más motivados, más "estudiosos", más sociables.  También tuve épocas en que sentía que estaba haciendo algo mal. En que no podía evitar compararnos (error quizás inevitable en el que empiezo a pensar que caemos todos). Había niños que devoraban libros, que era pequeños científicos, que hacían bellas creaciones artísticas, que aprendían idiomas y música, que buscaban quién les explicara astrofísica, filosofía o economía.

Pero mi hijo sólo quería jugar.
No quería "estudiar".
Todas mis propuestas, individuales o de grupo, eran rechazadas. Íbamos a los encuentros del grupo de homeschooling sólo a escuchar, casi nunca a participar.

Sólo quería jugar. Primero con juguetes y después con videojuegos. Ver películas (podía ver tres de una sentada). No quería leer, aunque de vez en cuando encontraba algún libro o alguna serie que le enganchaba y no los soltaba hasta terminarlos. Empezó a aceptar que le leyera en voz alta (algo es algo, me decía a mi misma). Quiso saber cómo podía mejorar su letra, así que se puso a hacer ejercicios de copiado y dictado.

Pero si viajábamos a algún lugar o veíamos una serie en televisión y surgía algún tema que considerábamos importante o interesante comentar, él desconectaba. No quería escuchar, ni preguntar, ni seguir investigando. 

Yo repetía como un mantra aquello de John Holt: "confiad en los niños".

Confié.

Y, a día de hoy, puedo decir que fue un acierto.

Que mi hijo tuvo el tiempo y el espacio suficientes para conocerse a si mismo, para crecer a su manera y prepararse para la siguiente fase de su "educación". Entre los 10 y los 11 años empezó a darse un cambio importante en él. Ahora, con 12, parece increíble que se trate del mismo niño que con 7 años no quería "hacer nada".

Damián, a los 12 años, contándome la expedición de Magallanes que preparó para
exponer en la reunión del Club de Historia de nuestra comunidad de homeschoolers


Los videojuegos le llevaron a aprender inglés. Hace unos días hizo el test de nivel de Cambridge y quedó a un sólo punto del First Certificate. Ha decidido presentarse porque quiere tener la experiencia de hacer exámenes y porque nunca está de más tener un certificado de idiomas.

Los videojuegos y el anime le llevaron, también, a mejorar increíblemente su socialización y a querer aprender coreano y japonés.

El cine, la televisión y el Club de Historia de nuestra comunidad, le llevaron a interesarse por la historia. Su capacidad para relacionar hechos y personajes, para comprender las causas y efectos y para discutir asuntos de actualidad harían dudar a cualquiera de que se trate del mismo niño que "sólo quería jugar".

Nuestras incesantes y abiertas conversaciones sobre finanzas, más las acciones que le regalé hace ya 4 o 5 años, más su convicción de que debe encontrar una forma de ganarse la vida que no implique hipotecar casi todo su tiempo, ni dedicarse a cosas con las que no se sienta a gusto, le han llevado a interesarse por la educación financiera y las inversiones.

Le gusta la historia y le gusta pensar y razonar, así que le sugerimos que estudiara filosofía. Y en ello está.

Cree que ha encontrado su vocación, que puede comenzar a desarrollar desde ya mismo puesto que no necesita ningún título para ello. Hemos encontrado a gente que se dedica a lo mismo y que puede ejercer de mentor.

Y, de vez en cuando, encuentra un libro que le gusta y lo lee hasta el final.

Ahora vuelvo la vista atrás y veo que todo tiene sentido. Que todo este tiempo se ha estado preparando para estar donde está ahora. Era su camino y nadie podía (ni debía) forzarle en otra dirección, aunque en ciertos momentos pareciera que nos estábamos equivocando.

Si yo creara un método educativo, empezaría diciendo: déjenlos en paz hasta los 10 años.

Lo difícil es confiar; tener paciencia; tener fe; creer en los niños y creer que de verdad, algún día, los puntos se unirán y todo tendrá sentido. Pero creo que es un poquito más fácil si alguien te lo dice. Por eso os cuento esto.